El Diagnóstico de Diabetes
Vivir con la diabetes no es fácil, principalmente en las primeras semanas después del diagnóstico, cuando hay mucho que aprender y las emociones pueden estar un poco a flor de piel. La buena noticia es que la diabetes se puede controlar. La clave del éxito es una sólida comprensión de la condición, una buena gestión y una buena comunicación entre los miembros de la familia.
De hecho, controlar la diabetes de Tipo 1 implica un tratamiento vitalicio con insulina, pero también cambios importantes en su rutina diaria. Los cuidados con la diabetes incluyen tanto el tratamiento médico como la educación. Se desea que los jóvenes portadores de diabetes, junto con sus padres, sientan que pueden asumir la responsabilidad del tratamiento y cuidar de su propia vida. Usted puede controlar su diabetes, en lugar de dejar que ella le controle. Una vez que su diabetes se hace manejable, otros aspectos de su vida también lo serán.
Durante los primeros días muchos pueden experimentar un sentimiento de decepción y pensar: "¿por qué yo?" o "¿por qué mi hijo?" Si está en esta situación, podrá tener dificultad en aceptar el hecho de que tiene diabetes. Por lo que necesitará tiempo para examinar sus sentimientos y adaptarse, de forma gradual a esta rara y nueva situación. En esta etapa, sus médicos y enfermeros pasarán la mayor parte del tiempo, simplemente escuchándole y contestando a sus preguntas. Enseguida, le enseñarán de forma gradual sobre la diabetes.
La mayoría de las cosas serán nuevas e, inicialmente difíciles de comprender, pero poco a poco, todo se encajará. Al final de la segunda semana, usted entenderá cómo la insulina y la glucosa se afectan mutuamente. Se dará cuenta de que su nivel de glucosa oscila con frecuencia, y que un nivel óptimo de glucosa es cosa rara, incluso para las personas cuya la diabetes es muy bien supervisada.
Es esencial que ambos padres participen lo máximo posible en los cuidados diarios del niño recién diagnosticado con diabetes. Tomarse un día libre de trabajo, si es posible, puede ayudar a proporcionar tiempo suficiente para centrarse en la diabetes y sus cuidados.
La mayoría de las personas cree que controlar la diabetes en casa es más fácil de lo que habían previsto. Para tener confianza en cuidar de sí mismo en casa (o, en el caso de los padres, para cuidar a su hijo), usted debe saber qué hacer si la glucosa cae a un nivel muy bajo.
Tendrá tiempo durante las primeras semanas para encontrarse diversas veces con un nutricionista, así como un enfermero especializado en diabetes, que pueda ayudarle con muchas cuestiones prácticas. La diabetes es una enfermedad que puede causar una serie de incomodidades, incluso en las familias bien adaptadas.
Será muy útil acudir a un psicólogo infantil para discutir las dificultades que puedan surgir. De esta suerte, si se enfrenta a algún problema tardíamente, ya habrá establecido un contacto, en caso de que necesite buscar ayuda.
Recuerde que la diabetes es difícil, pero puede controlarse, si se la administra de forma correcta. No tenga miedo de hablar sobre esta condición con la familia y sobre cómo ajustar el día a día de sus vidas.