La Alimentación Escolar
Posiblemente sea difícil hacer que el personal de la escuela comprenda que el niño con diabetes no come siempre la misma cantidad de alimento. Si se utilizan inyecciones múltiples o una bomba de insulina, la dosificación puede ajustarse de acuerdo con el apetito y el tamaño de la porción. A veces, si hay un largo intervalo entre los recreos, los niños pueden necesitar meriendas adicionales para prevenir la hipoglucemia. El nutricionista puede hablar con el personal de la escuela, si es necesario.
Cuando los compañeros de clase compran dulces, tal vez sea difícil que los niños con diabetes resistan. Hay siempre el riesgo de que, en lugar de ser sensatos, acaben por comer aún más dulces que los otros. Una solución podría ser comprar un pequeño número de dulces para después de la comida, cuando el estómago ya tiene algún alimento. En ese momento y bajo estas condiciones, el nivel de glucosa no se verá afectado de forma tan acentuada, sobre todo si en la comida se ajusta la dosis para cubrir los dulces.
Ignorar el almuerzo y comprar dulces en su lugar, como algunos adolescentes lo hacen, puede ser perjudicial para los que tienen diabetes. Sería mejor aconsejar a los niños que compran dulces que elijan chocolates en lugar de los dulces hechos de azúcar puro, a menos que tengan problemas de peso.