La Cetoacidosis
Si tiene niveles altos de glucosa que perduran algunos días, es posible que desarrolle una condición llamada cetoacidosis. Esta es una situación seria que puede desarrollarse rápidamente, a lo largo de algunas horas o días. Las personas que tienen cetoacidosis necesitan con urgencia un tratamiento adecuado en el hospital.
Cuando no hay insulina en su sangre, la glucosa no se puede transportar a las células para actuar como combustible. Su cuerpo, enseguida, comienza a romper la grasa almacenada para aportar una fuente alternativa de energía. La ruptura de esta grasa produce cetonas, que pueden usarse como fuente alternativa de combustible. Sin embargo, las cetonas también necesitan insulina para servir de energía para las células. Si no hay insulinas en la sangre, la cantidad de cetonas y de glucosa aumenta, lo que causa un desequilibrio perjudicial en la química de su sangre.
Uno de los síntomas de esta condición es la sed, ya que su cuerpo trata de expulsar la cetona en la orina. A veces puede percatarse de la presencia de este ácido mediante el aliento. A menudo se describe el olor como similar a los caramelos de pera o esmalte de uñas. Si la cantidad de cetonas en su torrente sanguíneo aumenta, sentirá náuseas y puede incluso vomitar. Si no se trata, la situación puede llevar a un estado de coma; no obstante, la probabilidad de complicaciones graves es mucho menor si se trata a tiempo.
Cualquier persona que esté en tratamiento con insulina puede desarrollar la cetoacidosis. Esto incluye a todas las personas con diabetes de tipo 1 y algunas con diabetes de tipo 2. Es muy poco probable que las personas que controlan su diabetes con dieta o pastillas desarrollen la cetoacidosis cuando están enfermas.
Si tiene diabetes, debe realizar el autocontrol de los niveles de glucemia tantas veces como sea posible. Si su nivel de glucemia es elevado, haga la prueba de orina para detectar cetonas. Puede obtener las tiras para la detección de cetonas en su orina con prescripción médica. Si encuentra cetonas en su orina, póngase en contacto con su médico inmediatamente. Asimismo, se recomienda hablar con su equipo médico para obtener más consejos sobre cómo hacer frente a la situación.