Todo Sobre la Insulina
El páncreas de una persona que no tiene diabetes secretará siempre una pequeña cantidad de insulina en el torrente sanguíneo de forma constante, durante todo el día y la noche. Este proceso se llama secreción basal. Después de las comidas, se secreta una cantidad mayor de insulina, llamada bolos, para hacer frente a la glucosa que proviene de los alimentos. El objetivo de todos los trastornos con la insulina es limitar esta función, enviando la insulina al torrente sanguíneo.
En el pasado, la insulina de bueyes y cerdos se utilizaba en las personas que sufrían de diabetes. Hoy por hoy, se utiliza la insulina humana, es decir, una estructura química idéntica a aquella producida por el páncreas humano, obtenida por medio de la tecnología genética o con métodos semisintéticos. La ingeniería genética conlleva la inserción de genes humanos que producen insulina en levaduras de células o bacterias que pasan a producir insulina, en lugar de sus propias proteínas.
La insulina de acción corta y rápida es pura, sin aditivos. Es un líquido transparente y no requiere agitación o mezcla antes de su uso. Se utilizan distintos aditivos para hacer la insulina de acción prolongada. Estos aditivos son turbios y esta parte del contenido es la que queda en el fondo del frasco o envase. Se deben mezclar estos sedimentos con el resto del contenido, girando apenas el frasco (sin revolver) 20 veces antes de su empleo.
Las más recientes insulinas basales son claras porque son soluciones y no suspensiones. Estos tipos de insulina tienen un efecto prolongado debido a los cambios de la estructura molecular, que reducen la velocidad de su absorción en lugar de añadir moléculas, como son el zinc o la protamina.
En la terapia intravenosa, la insulina (por lo general de acción corta) se inyecta directamente en el torrente sanguíneo. Esta es la forma más eficaz para el tratamiento de la cetoacidosis diabética y solo se da en los hospitales con un goteo intravenoso o una jeringa motorizada. No hay ventaja en el uso de la insulina vía intravenosa de acción rápida, ya que la reducción del efecto de la glucosa no es más rápida que la de la insulina regular de acción corta. Como se dice, la vida media de la insulina es muy corta (cerca de 4 minutos) y la glucosa aumentará drásticamente si la acción de la insulina intravenosa se detiene. Si se hace la terapia intravenosa, es necesario verificar la glucosa cada hora, incluso durante la noche, con miras a controlar la dosificación correcta.
Este tipo de tratamiento se utiliza a menudo durante las cirugías o si un paciente sufre de diarrea y vómitos. Además de ello, es una forma práctica de saber cuánta insulina necesita el paciente durante un período de 24 horas, por ejemplo, cuando se inicia el tratamiento con una bomba de insulina.